Wolfag se levantó muy temprano, apenas había amanecido, recogió sus bártulos y se dispuso ha hacer sus necesidades, cuando lo tenía todo preparado se dispuso a encender fuego para café, los faunos casi salen de su escondite a pedirle una taza, ¡Dios! que aroma salía de aquella tetera al fuego, irresistible para cualquier ser vivo, pero resistieron, wolfag montó en su poney y se dispuso a salir del bosque mágico, el pequeño caballo protestó por el exceso de peso, pero el enano gruñón zanjó la disputa con una maldición y una picada de tacón en las costillas del animal, este arrancó y comenzó su cansino camino, recordemos que los enanos poseen unos carros en los que el enano se monta en la grupa del caballo y tiene una silla especial de la que salen dos argollas a las cuales se enganchan los «tiros» de la carreta, así en caso de necesidad se desenganchan las argollas y el poney pasa de ser un caballo de tiro a uno de monta …….
Fueron pasando las horas, los faunos se tuvieron que contentar con unas galletas de viaje para desayunar, pues no querían que el enano se enterara que llevaba «polizones», fueron pasando las horas y cuando ya el sol llegaba a su máxima altura el enano paró para darle un descanso al cansado animal y comer algo «decente», encendió un fuego y se fué a cazar algún animal pequeño para su comida……………..
Philippo pensó que era el mejor momento para salir del carro y los tres faunos corrieron a esconderse en un bosque cercano, sencillamente esperarían que el enano siguiera su camino y marcharían ellos por el suyo, un plan simple y de tan simple genial, así que se acomodaron en las ramas de una generosa encina que había en las cercanías del bosque y se dispusieron a comer en silencio, otra vez galletas, Phineas prometió que en cuando abandonaran las cercanías del enano cazaría el conejo más grande que pudieran cocinar y se lo comerían a la brasa, a fuego lento…. con una pizquita de sal y abundantes chorreones de aceite…. Siriacolos le tiró una galleta a la cabeza, aquella descripción le estaba dando un hambre atroz y sólo tenía unas miserables galletas de campaña para hacerle frente, entre risas oyeron un ruido y enmudecieron inmediatamente, el enano volvía al campamento con un cervatillo para la comida, el bosque había sido mas generoso con el enano de lo esperado y a los faunos se le hacía la boca agua , uhnmm un cervatillo , pero luego escucharon otro ruido leve y desde su altura se dieron cuenta que el enano no estaba sólo, una horda de orcos iban tras de él y sus intenciones eran claras….
los faunos agarraron sus arcos y se dispusieron a seguir a los orcos, no sabían cómo avisar alenano, pero tenían claro que cuando los orcos atacaran al enano se llevaría una sorpresa,
Wolfag llegó al campamento sin percatarse de todo lo que le seguía, encendió un fuego generoso para hacer una buena brasa y comenzó a despellejar el cervatillo con el cuchillo de campo, su hacha al lado, los orcos atacaron desde el bosque , eran una docena y salieron esgrimiendo sus burdas espadas, el enano estaba acostumbrado a tener sobresaltos, así que cogió el hacha en una mano y el cuchillo en otra y se dispuso a vender cara su vida……
Entonces Phineas y Philippo atacaron desde la retaguardia a los orcos pillándolos desprevenidos, mientras que desde lo alto de la encina Siriacolos tocaba un cuerno haciendo todo el ruido posible como si una escuadra de faunos viniera en ayuda del enano, todo fué muy rápido, el enano abatió a los tres primeros orcos, Phineas y Philippo se encargaron de los dos últimos y Siriacolos desde su atalaya había alcanzado a dos orcos más con su arco, hiriéndolos, los orcos que quedaban huyeron como alma que se lleva el diablo, el enano se quedó boquiabierto al ver la ayuda, ¡cómo demonios habían llegado aquellos jóvenes faunos a aquel sitio tan lejano en el preciso momento que se les necesitaba !!!!.
Philippo esbozó una sonrisa y dijo: «saludos enano, crees que puedes compartir ese cervatillo con unos viajeros hambrientos????
continuará
imagen: gracias a http://todofondosdefantasia.com